El Búfalo, una especie multipropósito

El Búfalo es ya considerada una especie nativa de zonas tropicales y subtropicales de Asia, específicamente de la India, Paquistán y extremo Oriente, tal cual reza la literatura especializada en el área.

Si bien esto, en principio, no sea de interés para el productor común, ha sido razón de ser de estudios de gran valor en áreas como biología, ecología, zootecnia y, en lo que va de los últimos 70 años, en producción animal,  considerando la importancia del conocer sus orígenes con la finalidad establecer las características evolutivas en su constitución e interacción con el medio en el cual se desenvuelve, entiéndase agua, suelo, plantas, entre otros,  evitando de esta manera que el desconocimiento influya de forma negativa en el aprovechamiento de las potencialidades, bondades y beneficios que el búfalo representa para el ámbito ganadero en particular, lo que en varias ocasiones les ha conferido el término de especie triple propósito y, más tarde, multipropósito.

 

Carrero (2000) trae a consideración el término al evaluar las condiciones de los sistemas de producción animal de los países desarrollados, estableciendo las ventajas de la integración entre la ganadería y la agricultura en el trópico, presentando para ello la categoría de animales multipropósito, donde incluye a los bovinos, entre ellos el búfalo, y aclarando que, entre otras cosas: “…contribuyen con tracción animal, leche, carne, al igual que combustible y fertilizantes a través del estiércol, que también pueden ir a un digestor, cuyo residuo va a lagunas donde se producen peces para consumo animal (harinas) y humano, y algas; y se obtiene abono orgánico para ser empleados en los cultivos multipropósitos

Barboza (2011) propone al búfalo como una especie que trasciende su capacidad de arrastre, producción de alimentos (carne y leche) hacia el desempeño en el turismo rural y su uso en el control del crecimiento excesivo de vegetación en humedales, entre otras características, lo que definen como multipropósito.

Otros como Gómez (2016), afirma  que, una de las características ya conocida,  es la de contar con gran capacidad para digerir de manera efectiva alimentos pobres en nutrientes y con alto contenido de celulosa, lo que le confiere una ventaja en el aprovechamiento de ciertos ecosistemas.

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